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domingo, 4 de septiembre de 2022

LA MASACRE DE BADAJOZ, SEGÚN  JAY ALLEN PERIODISTA DEL CHICAGO TRIBUNE, 30 DE AGOSTO DE 1936

TRADUCCIÓN DEL ARTICULO ORIGINAL  DE JOSÉ RABANAL SANTANDER

COMENTARIO PREVIO

El artículo de Jay Allen es quizá el mas controvertido y discutible de los sucesos acontecidos en la toma  Badajoz por la tropas de Yagüe. Existen argumentos sobrados que defienden la postura  de que las cosas no sucedieron como se cuentan, que se amañado "verdades" que no son tal y que los textos de Jay  Allen  éste y otros mi son piedra angular en la propagación de datos no ciertos o modificados al gusto.

El artículo de Allen no es una crónica de guerra, es más bien  un artículo de opinión , ese es su estilo, con más retoques literarios de los sería necesarios en una crónica de guerra.

Se permite la concesión de declarar que algunos datos "proceden de referencias de terceros". Tiene errores que demuestran de forma palpable que no estuvo en el lugar  de los hechos y narraciones que a juicio del lector tienen la apariencia de ficción absoluta, por ejemplo el episodio en el que afirma que se encontraban en el Hospital de Elvas  donde era atendido el Sr. Granado, Gobernador de Badajoz, aparecieron dos falangistas pistola en mano, subieron corriendo las escaleras e intentaron asesinar al St. Granado y el dr. que le atendía le protegió con su cuerpo y le salvó la vida, El periodista en el pasillo , ve aparecer a dos falangistas armados y  ¿sube corriendo detrás de ellos sin saber en el fregado que se va a meter?. Raro cuando menos.

De otra parte Allen deja clarísimo su ideología política, algo que no debe hacer ningún buen periodista cuando informa. Decía el escritor Victor de la Serna  que informar era igual que dar bien un recado.

Adjunto unos fragmentos de traducciones anónimas, las más utilizadas y difundidas por los medios, que he utilizado en leve ejercio de comparación. Juzguen vds.

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MATANZA DE 4.000 PERSONAS EN BADAJOZ,CIUDAD DE LOS HORRORES CONTADA POR UN PERIODISTA DEL TRIBUNE1

El siguiente artículo es continuación del notable trabajo del Sr. Allen, observaciones sobre su reciente viaje en avión a Portugal para informar que ese pais es parte de la guerra civil española y sus acontecimientos a lo largo de la frontera portuguesa. El reportaje fue escrito el 25 de agosto y enviado a l través de la oficina de cable en Tánger, Zona Internacional (Marruecos.) El reportaje se perdió algún lugar del camino o en la papelera de algún censor. Cuando el Sr.Allen se dio cuenta del percance , buscó otra ruta por la cual enviar su reportaje a Chicago).


POR JAY ALLEN.

[Servicio de Prensa del Chicago Tribune.]


ELVAS, Portugal, 25 de agosto—Esta es la historia más dolorosa que jamás me tocó en suerte. Escribo a las cuatro en punto de la mañana, dolorido en cuerpo y alma, en el hediondo patio de la Pensión Central, situada en una de las blancas y tortuosas calles de esta empinada ciudad fortaleza . Nunca podría regresar a la Pensión Central y jamás lo haré.


He llegado desde Badajoz , España, a varias millas de distancia. Me he subido al tejado para mirar hacia atrás. Se veía un incendio. Estan quemando cuerpos

Cuatro mil hombres y mujeres han muerto en Badajoz desde que los rebeldes, legionarios extranjeros y moros del Gral. Francisco Franco treparon sobre los cuerpos de sus propios muertos, atravesando las murallas tantas veces empapadas de sangre


La historia de la mujer que llora.


Traté de dormir, pero no puedes dormir en una cama sucia y llena de bultos en una habitación a la temperatura de un baño turco, con mosquitos y chinches atormentándote, y con el recuerdo de lo que has visto ,con olor a sangre en tu propio pelo, y con una mujer sollozando la habitación de al lado.


"¿Qué ocurre?" le pregunté a un paleto somnoliento que merodea por el lugar durante la noche, como un guardia. Es española. “Vino pensando que su marido se había escapado de Badajoz".

Bueno, ¿Escapó? Sí dijo, y me miró sin saber si continuar o no. "Sí,

y lo enviaron de regreso. Le fusilaron esta mañana"

Pero, ¿quién lo envió de vuelta? Yo ya lo sabía, pero pregunté de todos modos.

Nuestra policía internacional”.


He visto vergüenza e indignación en los ojos humanos antes, pero no como esto, y de repente este ser spñoliento,sudoroso, cuya sola presencia había sido una miseria añadida, asumió la dignidad y la nobleza que tiene un buen perro y que los seres no tienen la mayoría de las veces.

Desistí, bajé al patio mugriento, con sus pollos, conejos, y cerdos, para escribir esto y poder superarlo.


LA HISTORIA COMIENZA EN LISBOA


Para empezar , había oído rumores preocupantes en Lisboa. Alli todo el mundo espia a todo el mundo . Cuando salí de mi hotel a las 4p. m. el dia 23 de Agosto, dije que iba a Estoril a probar suerte en la ruleta. Varias personas tomaron nota de ello y espero que hayan disfrutado de su velada en Estoril.

En vez de éso ,fui a la Plaza de Rocio. Tomé el primer taxi. Y dimos vueltas y vueltas y finalmente recogí a un amigo portugués que estaba al tanto del asunto.


Fuimos al ferry que cruza el Tajo. Una vez en el otro lado le dijimos al chófer, “Elvas”. Parecía levemente sorprendido. Elvas estaba a 250 kilómetros [alrededor de 150 millas] de distancia.


Atravesamos un atractivo paisaje de colinas arenosas, alcornoques, campesinos con patillas y mujeres con sombreritos con forma de tazón” Eran las 8:30 en punto cuando subimos la colina hacia Elvas, "la cerradura que nadie nunca pudo abrir .” Pero Elvas conoce ahora la humillación.


Impresiones de Badajoz en el día de ayer


Entramos por una puerta blanca y estrecha que parece muy antigua. Hace tiempo que he estado en Badajoz. Creo que he sido el primer periodista en poner un pie allí , sin pase y con la inevitable vigilancia de los rebeldes, ciertamente, el primer periodista que fue sabiendo lo que buscaba.


Conozco a Bndajoz, he venido cuatro veces el año pasado recogiendo información para un libro en el que estoy trabajando y tratar de estudiar las operaciones de la reforma agraria que podría haber salvado a la república española —una república que, sea lo que sea , le dio a España escuelas y esperanza, nada de lo cual había conocido durante siglos. Han pasado nueve días desde la caída de Badajoz el 14 de agosto.


Los ejércitos rebeldes han avanzado —con una desagradable derrota en Medellín, si mi información es correcta, como sucede a veces— y los periodistas, bajo su propia responsabilidad y vigilados estrechamente , habían seguido su rastro.


Nueve días es mucho tiempo en el trabajo periodístico; Badajoz es prácticamente historia antigua, pero Badajoz es uno de esos malditos rincones cuya verdad no se sabrá tan pronto. Y por eso no me importaba llegar nueve días tarde, si a mi periódico tampoco le importaba. Empezamos a escuchar la verdad antes de salir del auto. En la puerta del hotel habia dos vendedores ambulantes que conocian a mi a amigo.


Portugal, como siempre, está en vísperas de revolución. 'La gente parece saber quiénes son 'los otros', 'Por eso llevé a mi amigo'.

Nos comentaron. Este fue el resultado: miles de milicianos republicanos, socialistas y comunistas fueron masacrados. tras la caída de Badajoz por el delito de defender su república contra la embestida de los generales y terratenientes.


Cientos devueltos para morir


Desde entonces se fusilaba entre 50 y 100 personas cada día. Los moros y los legionarios extranjeros están saqueando. Pero lo más negro de todo: la "policía internacional" portuguesa, en contra del uso internacional, está enviando r a decenas y cientos de refugiados republicanos a una muerte segura por los pelotones de fusilamiento rebeldes.


Este mismo día 23 de agosto pasó un auto ondeando la bandera roja y amarilla. De los rebeldes. Dentro iban tres falangisistas (fascistas). Los acompañaba un teniente portugués. Recorrieron las estrechas calles hasta el Hospital donde se encontraba el señor Granado, gobernador civil republicano de Badajoz estaba hospitalizado. El Señor Granado, con su jefe militar, el coronel Puigdengola, se había quedado sin las milicias leales dos días antes de la toma de Badajoz.


Los fascistas subieron corriendo las escaleras, recorrieron el pasillo con las armas en la mano y entraron en la habitación del gobernador. El gobernador estaba fuera de si ante el horror de los acontencimientos. El director del hospital, el Dr. Pabgeno, se arrojó sobre su indefenso paciente y gritó pidiendo ayuda. Así salvó una vida,


Diputado entregado a los rebeldes


El día anterior fueron entregados a los sublevados el alcalde de Badajoz, Madroñero, y el diputado socialista, Nicolás de Pablo. El martes 40 refugiados republicanos fueron escoltados hasta la frontera española. Treinta y dos fueron fusilados a la mañana siguiente. Cuatrocientos hombres, mujeres y niños fueron llevados por escoltas de caballería a través del puesto fronterizo de Caya hasta las líneas españolas. De estos, cerca de 300 fueron ejecutados.


Volviendo al coche, nos dirigimos a Campo Maior, que está a sólo siete kilómetros (unas cuatro millas) de Badajoz en el lado portugués. Un policía fronterizo locuaz dijo: “Por supuesto que los vamos a devolver. Son peligrosos para nosotros. No podemos tener rojos en Portugal en este momento”.


¿Qué pasa con el derecho de asilo?” “Ah”, dijo, “¿Badajoz pide la extradición?

No existe tal cosa como la extradición por un delito político”.

Se está haciendo a lo largo de toda la frontera por orden de Lisboa —dijo beligerante—

Cruzando a España

Nos aclaramos. Regresamos a Elvas. Me reuní con amigos que son más portugueses que españoles y viceversa.
¿Quieres ir a Badajoz?” me preguntaron.
"No", dije, "porque los portugueses dicen que su frontera está cerrada y me colgarían".
Yo tenía otra razón. A los rebeldes no les gustan los periodistas que estan 
ambos lados. Pero se ofrecieron a llevarme de un lado a otro sin complicaciones Así que empezamos. De repente nos salimos del carril hacia un puente que cruza del río Guadiana hacia la ciudad donde las tropas de Wellington se volvieron locas en las guerras peninsulares, justo donde ahora tiene lugar una tragedia más.
Ahora estábamos en España. Mis amigos eran conocidos. La persona extra en el auto (yo mismo) pasó desapercibida. No nos detuvieron.

ALGUNAS NOTAS DE BADAJOZ
Condujimos directo hacia la plaza de Badajoz. Según mis notas: la Catedral está intacta, no, no lo está. Al rodearla veo la mitad de un gran boquete producto de un  disparo.
Los rojos tenían ametralladoras allí arriba y nuestra artillería se vio obligada a disparar”, me comentaron mis amigos.
Aquí, ayer, hubo una ejecución   ceremonial y simbólica. Siete líderes republicanos del Frente Popular (leales). Dispararon con  banda y todo ante 3.000 personas. Para demostrar que los generales rebeldes no disparan solo a obreros y campesinos, no hay favoritismo entre los frentistas populares.

Nos detuvimos en una esquina de la estrecha calle de San Juan, demasiado estrecha para el tráfico. Por aquí huyeron los milicianos leales para refugiarse en una fortaleza morisca situada en una colina cuando los descendientes de los que la construyeron irrumpieron por la puerta de la Trinidad. 'Fueron sorprendidos por los legionarios que subían desde la puerta por el río y fusilados en tandas en las esquinas.”

Los enormes contornos de las murallas de la fortaleza del Alcázar, se mostraban al final de la calle San Juan. Allí los defensores de la ciudad que se refugiaron en la Torre de Espantaperros, fueron ametrallados y derribados,

Tiendas saqueadas por los conquistadores

Pasamos por una gran tienda de productos secos que parecía haber pasado por un terremoto,

"La Campana", decían mis amigos. Pertenecía a Don Mariano, un importante azañista (seguidor de Manual Azania, presidente de España). Fue saqueada "ayer, después de que Don Mariano fuera fusilado".


Marcas reveladoras de rifle

Pasamos por la oficina de la reforma agraria, donde en junio vi al ingeniero jefe, Jorge Montojo, distribuyendo tierras, lo que le valió, naturalmente, el odio de los terratenientes y, por ser un técnico que seguía estrictamente los cánones de la ley burguesa, también la enemistad de los socalistas. Él había tomado las armas en defensa de la República.

De repente, vimos que dos falangistas detenían a un tipo fornido con una blusa de obrero y lo sujetaban mientras un tercero le retiraba la camisa, dejando al descubierto su hombro derecho. Se pòdía ver las marcas negras y azules de la culata de un rifle. Incluso después de una semana permanecen visibles. El informe era desfavorable. A la plaza de toros con él. Nos dirigimos a lo largo de las paredes a la plaza en cuestión, sus paredes de piedra arenisca dominan el valle fértil del Guadiana. Es un bonito ruedo de yeso blanco y ladrillo rojo, aquí vi una vez a Juan Belmonte (ídolo taurino), en la víspera de la corrida, en) una noche como esta, bajó a ver cómo encerraban los toros. Esta noche, el ganado para el espectáculo de mañana tambien se estaba encerrando. Hileras de hombres brazos en alto.

Encuentro con ametralladoras

'Eran jóvenes, en su mayoría campesinos con blusas azules, mecánicos con jerseys,
"Los rojos". Todavía están siendo acorralados. A las 4 de la mañana los sacaron al ruedo por la puerta por la que entra el desfile inicial de la corrida. Allí les esperaban las ametralladoras.

Después de la primera noche la sangre se supone que superaba un pàlmo el nivel del ruedo. No lo dudo. Mil ochocientos hombres -también había mujeres- fueron acribillados en unas doce horas. Hay más sangre de lo que se cree en 1800 cuerpos.
En una corrida de toros, cuando la bestia o alguien con poca suerte sangra abundantemente, los "monosabios" se acercan y esparcen arena fresca, sin embargo, en las tardes de calor se huele la sangre. Todo es muy estimulante.

Trepar por encima de los cuerpos de los muertos
Nos detuvimos en la puerta principal de la plaza, mis amigos hablaban con los falangistas. Era una noche calurosa. Los "monosabios" tendrán mucho trabajo que hacer para que esta plaza esté presentable para una corrida de toros. - En cuanto a mí, no más, no más corridas de toros, nunca.
Llegamos a la puerta de Trinidad a través de estas fortificaciones, antaño invulnerables. Hace una semana, un batallón de 280 legionarios irrumpió en ella. Veintidós viven para contar la historia de cómo se acercaron, treparon sobre los cuerpos de sus muertos y, con granadas de mano y cuchillos silenciaron esas dos ametralladoras asesinas . ¿Dónde estaban los aviones del gobierno? Ese es uno de los misterios. Esto hace que uno tiemble por Madrid.


Los cuerpos yacen durante días

Doblamos una esquina.

"Hasta ayer hubo aquí un charco ennegrecido de sangre" dijeron mis amigos . "Todos los militares leales fueron fusilados aquí y sus cuerpos quedaron durante días como ejemplo".
Se les dijo a los habitantes que salieran, así que se apresuraron a salir de las casas para saludar a los conquistadores y fueron abatidos y sus casas saqueadas. Los moros no tienen favoritos.


De vuelta a la plaza. Durante las ejecuciones que aquí se llevaron a cabo , Mario Pires perdió la cabeza. Había intentado salvar a una bonita chica de 15 años que fue sorprendida con un rifle en la mano. El moro fue inflexible. Mario vio cómo la fusilaban. Ahora está bajo cuidado médico en Lisboa.

Sé que hay horrores en el otro lado, Almendra Lejo2, un derechista fue crucificado, empapado con gasolina, y quemado vivo, conozco gente que vio cuerpos carbonizados. Lo sé. Sé que cientos e incluso miles de personas inocentes murieron a manos de masas vengativas. Pero sé quiénes fueron los que se levantaron para "salvar a España" incitando a las masas a una defensa tan salvaje como valiente.
De todos modos, estoy informando sobre Badajoz. Aquí una docena o más de derechistas fueron ejecutados cada día durante el asedio. Pero ...

HISTORIA DE DOS HERMANOS

De vuelta a Elvas, en el casino, De vuelta en Elvas, en el casino, se me pidió que fuera diplomático: "Cuando los rojos quemaron la cárcel, ¿cuántos murieron?" "Pero no quemaron la Cárcel ? Yo había leído en los periódicos de Lisboa y Sevilla que sí.
"No, los hermanos Pla lo impidieron. Conocí a Luis y Carlos Pla, jóvenes ricos de buena familia, que tenían el mejor garaje del suroeste de España.” “Eran socialistas porque decían que el partido socialista era el único instrumento que podía romper el poder de los señores feudales de España.”
Arengaron a la muchedumbre que quería quemar a los 300 derechistas de la Cárcel justo antes de que entraran los moros, diciendo que iban a morir en defensa de nuestra república, pero que no eran asesinos. Ellos mismos abrieron las puertas para dejar escapar a esta gente".
"¿Qué pasó con los Plá?

Fusilados"

"Por qué?

No hay respuesta,

"No hay respuesta, toda esta gente podría haber podido escapar a Portugal, a tres millas de distancia.

Pero no lo hicieron.

Los rojos obtienen una justicia rigurosa

Oí al general Queipo de Llano anunciar por la radio que Barcarrota había sido tomada y que allí se impartía "Justicia rigurosa" a los rojos. Conozco Barcarrota y pregunté a los campesinos de allí, en junio que si, ahora que se les daba la tierra, serían capitalistas

"No", respondieron con idignación.
"Por qué"
Porque sólo obtenemos lo suficiente para los nuestros, no para poder explotar a los demás"
"Pero es tuyo"
"Por supuesto"
"¿Qué quieres ahora de la república?"
"Dinero para las semillas. Y escuelas".
Entonces pensé: "Que Dios ayude a quien intente impedir esto".

Estaba equivocado, ¿o no? En el Casino, frecuentado sobre todo por terratenientes y comerciantes ricos, me aventuré a preguntar cuál era la situación antes de la rebelión.
"Terrible" Los campesinos cobraban 12 pesetas por una jornada de 7 horas, y nadie podía pagarlas".
Eso es cierto. Era más de lo que la tierra podía soportar. Pero antes cobraban de 2 a 3 pesetas de sol a sol. Veinte españoles con cintas rojas y amarillas en sus ojales estaban sentados alrededor del Casino y por el hecho de que estaban aquí supuse que no sentían que Franco hubiera hecho todavía que España fuera segura.
En las calles bañadas por la luna había un olor a jazmín, pero yo tenía otro en mis fosas nasales. Uno dulce, demasiado horrible.

Canción de amor a la luna

En la plaza blanca, junto a una fuente, un joven apoyado en la pared con los pies cruzados hacía sonar su guitarra y un tenor suave cantaba una melosa canción de amor portuguesa.
En Badajoz, en junio, los chicos seguían cantando bajo los balcones. Pasará mucho tiempo antes de que vuelvan a hacerlo-.
De repente por la plaza salió disparado un coche con una bandera roja y amarilla, Nos detuvimos. Nuestros tamborileros salieron a nuestro encuentro.
"Están registrando el hotel"
"¿A quién buscan?
"No lo sé.”
Nos iremos, tan pronto como haya luz. La gente que hace preguntas no es popular cerca de esta frontera, si es que puede llamarse frontera.

1Esta traducción se ha realizado directamente del original publicado por Jay Allen en The Chicago Tribune el 30 de Agosto de 1936

2Equivocado en el original

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FRAGMENTOS “TRADUCIDOS” QUE CIRCULAN POR LA RED

Esta es la historia más dolorosa que me ha tocado escribir. La escribo a las cuatro de la madrugada, enfermo de cuerpo y alma, en el hediondo patio de la Pensión Central, en una de las tortuosas calles blancas de esta empinada ciudad fortificada. Nunca más encontraré la Pensión Central y nunca querré hacerlo. Vengo de Badajoz, a algunas millas de aquí, en España. Subí a la azotea para mirar atrás. Vi fuego. Están quemando cuerpos. Cuatro mil hombres y mujeres han muerto en Badajoz desde que la legión y los moros del rebelde Francisco Franco treparan por encima de los cuerpos de sus propios muertos para escalar las murallas tantas veces empapadas de sangre. Intenté dormir. Pero no se puede dormir en una sucia e incómoda cama en una habitación que está a una temperatura similar a la de un baño turco, donde los mosquitos y los chinches te atormentan igual que los recuerdos de lo que has visto, con el olor a sangre en tu propio cabello y una mujer sollozando en la habitación de al lado”

Miles fueron asesinados sanguinariamente después de la caída de la ciudad. Desde entonces, de 50 a 100 personas eran ejecutadas cada día. Los moros y legionarios están saqueando. Pero lo más negro de todo: la “policía internacional” portuguesa está devolviendo gran número de gente y cientos de refugiados republicanos hacia una muerte certera por las descargas de las cuadrillas rebeldes (.) Aquí [en la plaza de la catedral] ayer hubo un ceremonial y simbólico tiroteo. Siete líderes republicanos del Frente Popular fueron fusilados ante 3000 personas (.) Todas las demás tiendas parecían haber sido destruidas. Los conquistadores saquearon según llegaron. Toda esta semana los portugueses han comprado relojes y joyería en Badajoz prácticamente por nada (.) los que buscaron refugio en la torre de Espantaperros [torre medieval de Badajoz] fueron quemados y fusilados.”

De pronto vimos a dos falangistas detener a un muchacho vestido con ropa de trabajo. Mientras le agarran, un tercero le echa atrás la camisa; descubriendo su hombro derecho se podían ver las señales negras y azules de la culata del rifle. Aun después de una semana se sigue viendo. El informe era desfavorable. A la plaza de toros fui con él. Fuimos entre vallas al ruedo en cuestión (.) Esta noche llegará el pienso para el “show” de mañana. Filas de hombres, brazos en aire. Eran jóvenes, en su mayoría campesinos, mecánicos con monos. Están en capilla. A las cuatro de la mañana les vuelven a llevar al ruedo por la puerta por donde se inicia el “paseíllo”. Hay ametralladoras esperándoles. Después de la primera noche se creía que la sangre llegaba a un palmo por encima del suelo. No lo dudo, 1800 hombres- había mujeres también- fueron abatidos allí en doce horas. Hay más sangre de la que uno pueda imaginar en 1800 cuerpos.”

Volvimos al pueblo pasando por la magnífica escuela e instituto sanitario de la República. Los hombres que los construyeron están muertos, fusilados como ‘negros’ porque trataron de defenderlos. Pasamos una esquina, ‘hasta ayer había aquí un gran charco de sangre renegrida’, dijeron mis amigos. ‘Todos los militares leales a la República fueron ejecutados aquí, y sus cuerpos se dejaron durante días a modo de ejemplo’. Les dijeron que salieran, así pues, dejaron sus casas precipitadamente para felicitar a los conquistadores y fueron fusilados allí mismo, y sus casas saqueadas. Los moros no tenían favoritos.”




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