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martes, 10 de agosto de 2021



EL BOMBERO TORERO, EL BUFÓN Y EL DERECHO AL TRABAJO



        El gran cómico Alady, en cierta ocasión, dijo al periodista y escritor, Alfredo Marquerie, “Tu y yo pertenecemos al mundo de los locos” y no se refería a otra cosa sino al mundo del circo. Me ha despertado el recuerdo la polémica sin sentido que que se ha producido sobre la celebración de los espectáculos del Tradicional “Bombero Torero” en algunos pueblos de la provincia de Badajoz.

    Voces airadas por la presentación de un número que consideran una bufonada, que denigra la condición de estos trabajadores, personas con acondroplasia o falsa acondroplasia; entre ellas la del director general de Derechos de las Personas con Discapacidad, Jesús Martín Blanco ha afirmado que «la libertad debe ir acompañada de justicia social, y la autonomía del individuo se cae si no se parte de la igualdad de oportunidades, pues a nadie le gusta tener un trabajo que es motivo de mofa». Esta rimbombante declaración , en un principio pudiera parecernos lógica y justa y hasta tiene su punto de humanidad y continúa pidiendo la prohibición del espectáculo y sigue exponiendo los consabidos argumentos de poner los medios para conseguir la inserción de estas persona en un “trabajo digno”, cursos de formación … etc. un proceso que, de llevarse a cabo, tardaría en llegar mas tiempo que el “tren digno” a Extremadura. Un trabajo digno... es el trabajo del circo y El Bombero Torero es un espectáculo humorístico , con payasos, acróbatas y demás aderezos, tan digno como cualquier otro, empresa tradicional, que por cierto está en la recta final de su existencia, pues en el humor, como en tantas otras cosas, las modas cambian; el tiempo arrasa con todo, incluso con directores generales y otros cargos públicos.

    Desde mi jubilación, ni en redes sociales ni en otros medios de difusión he tratado el tema de las personas con discapacidad, precisamente el colectivo donde he trabajado durante más de cuarenta años en diferentes áreas, entre ellas , la inserción laboral. Este colectivo lo tiene extremadamente difícil a la hora de conseguir un puesto de trabajo y aunque en la actualidad muchos jóvenes con acondroplasia gozan de mayor formación y se avanza en el campo de la inserción, existe todavía una parte importante del colectivo que no tiene posibilidade alguna de trabajar por ejemplo, en grandes y elegante centros comerciales donde la “imagen” es vital y no pasaría ni de la puerta (excepciones que confirman la regla aparte)

    Si El bombero Torero no es un espectáculo digno, tampoco lo es el “mayor espectáculo del mundo”,el Circo, donde hay payasos, el clown y el augusto (el tonto y el listo); el listo abusando de su inteligencia sobre el tonto , los funambulistas cómicos, que si llevamos a nuestros niños al circo “seguro que aprenderán a no respetar al “tonto” y querrán hacer “peligrosos ejercicios en el alambre”. Ridículo a todos luces. Los chistes de cojos y gangosos del Gran Arévalo (dedicado con total entrega a su hijo con discapacidad), los espectáculos de drags o transformismo , porque esas labores son objeto de mofa y befa del personal.

        En primer lugar, por las declaraciones que he leído , el sr. director general no ha conversado con los propios interesados que sí han manifestado en público “que no se les ha preguntado y que no son ni violadores ni asesinos” para prohibirles trabajar en una profesión que han elegido tan libremente como cualquiera de nosotros (siempre existen condicionantes a la hora de conseguir un puesto de trabajo). He conocido a una persona con acondroplasia que desde las carpas cómicas ha desarrollado una importante labor teatral hasta conseguir un Premio Max. En el panorama artístico internacional tenemos al gran Johnny Puleo, excepcional armoniquista, actor, estrella de Holliyood en películas como “Trapecio” y en la actualidad, Peter Dicklange en Juego de Tronos. Y muchos que aprovecharon sus especiales “condiciones físicas” para triunfar en el cine, el circo o las varietées, igual que que las Reinas de la Belleza o las Top Models, ni más ni menos.

    Bufonadas y bufones, juglares y poetas de la legua... en las cortes reales el bufón era el que estaba mas cerca del monarca para susurrarles al oído los consejos que ningún cortesano se atrevería ni siquiera a iniciar. Ahí están El Bobo de Coria y Nicolasito Percufato, ejemplo de astucia y supervivencia. A mi me parecen más “bufones” los políticos que mienten y después quedan con las posaderas al aire.

    ¿Prohibir El Bombero Torero? ¿Multar a los alcaldes como piden colectivos variopintos y pintorescos?. El derecho al trabajo honrado es intocable, que ya está bien de prohibiciones mas cercanas al reinado absolutista de Fernando VII que de un gobierno que presume democracia, libertad y “progresía”. 

    A los discapacitados nos cuesta todo lo mismo que a los otros y más. Sospecho que el sr. director general, en el caso de que se prohibieran esas actividades, daría cobertura laboral a todos los que se quedaran sin trabajo , de forma inmediata, porque una campaña de inserción y unos cursos de formación solucionan más la papeleta a las organizaciones y entidades que los imparten que a los beneficiarios y si no, que pregunte en Andalucía cómo se cepillaban los ERES y los cursos de formación.

    Trabajemos para que todo avance a mejor pero respetemos el derecho a trabajar, que no todo es tan fácil como arrimarse al movimiento adecuado, en el momento oportuno y con suerte, el dedo te señale como cargo público de “algo”.

    Como en la Cena del Rey Baltasar, este escrito está medido y contado sin ánimo de ofensa o agravio.