
Félix Urabayen Guindo no era extremeño. Nació en Navarra, en Ulzurrun (1883) donde su padre trabajaba como celador de montes y es en Navarra donde Félix cursa la carrera de Magisterio, grado superior que obtiene el año 1902.

Urabayen era eminentemente prosista, un escritor con el prisma siempre presente del ensayo a la hora de crear; en eso consiste su singularidad y valor. Su labor profesional es la pedagogía pero a la vez, un escritor de raza relacionado con la élite intelectual española de Madrid, Toledo, Salamanca o Badajoz. En la tertulia literaria de Azaña entabla gran amistad con el futuro Presidente y con Osorio Gallardo, Bello, Marañón, , Olarra Garmendia (director de la editorial Espasa Calpe), Félix Lorenzo, Cansinos Assens, en reuniones del Lyon d'Ors, Regina y Granja de Henar, donde coincidió con Antonio Machado, Valle Inclán...
Con la llegada de la República , se presentó por el Frente Popular a las elecciones de Diputados a Cortes y Compromisarios por la jurisdicción de Toledo en 1936. Otros cargos públicos le fueron ofrecidos pero todos los rechazó.
No obstante, fue nombrado Consejero de Cultura , cargo que desempeñó hasta el inicio de la Guerra Civil.
En Toledo se había casado con Mercedes Priede, profesora de la Escuela Normal y heredera de una de las familias más acomodadas de la ciudad, hija de los dueños del Hotel Castilla.Al parecer , esta circunstancia le procuró bastantes desafectos propios de la envidia. En esta ciudad se hace novelista , tarea que continua durante el curso que estuvo en Badajoz , además de sus colaboraciones constantes en el Diario El Sol.

En palabras de la Real Academia de la Historia, "Aunque
su obra literaria nació y se desarrolló en Toledo, su afecto se
repartió entre su tierra natal y la de adopción, a las que dedicó sendas
trilogías y un número desigual de estampas. En tierras extremeñas,
sitúa La última cigüeña (1921),
con la que se anticipó treinta años al Plan Badajoz, pues expuso
coherentes proyectos para industrializar el Guadiana, y en Madrid Tras de trotera, santera (1932), en donde narra los tiempos que precedieron a la República y su posterior triunfo."
Su novela "La última cigüeña" debería ser de lectura obligada, al menos en Badajoz.