Buscar este blog

Seguidores

jueves, 12 de julio de 2012

La movida en el Teatro Romano

Permanecemos atentos a la nueva programación del Festival de Teatro ¿Clásico? de Mérida.
Siguen por el mismo camino. Desde este modesto blog criticamos nada más la programación, la selección de obras y no entramos en labor desarrollada por los actores.

La obra de Plauto (Anfitrión) se viste ochentera y se sitúa en la movida madrileña, probablemente es lo que Plauto concibió en su momento pero al final desistió de semejante empeño. Que el público lo pasara divertido no es nada extraño, pues las obras de Plauto lo garantizan; otra cosa es que en este "cover" es que la obra deja de ser clásica, es una adaptación moderna barata de representar y decorar. Una buena luminotecnia y algunos módulos plástico o cartón para delimitar el espacio escénico, adobados con algunas caras conocidas por TV y se puede empezar a trabajar en una obra de corte ... moderno.

La inmensidad del espacio escénico sobrecoge a los actores, muchos de ellos bien curtidos en el carro de Tespis y que probablemente habrían agradecido una más clásica, que es algo que, en el fondo, todos añoran.
Ese espacio del Teatro hay que llenarlo y con un elenco de siete u ocho actores ( nada de corifeos ni figurantes) no se satisface.

Revisando unos antiguos folletos de La Orestiada y Edipo, de las temporadas de Pepe Tamayo nos damos cuenta que ese estilo- el que a nuestro simple juicio debe prevalecer en parte- ha muerto y quieren enterrarlo, porque compañías minimalistas dan más dinero. Ese Teatro de Mérida pide movimientos de masa, registros actorales clásicos, ecos de Medea, Las Euménides, Julio César o la trilogía de Esquilo; para eso el recinto dispone de una acústica formidable que permite a los actores proyectar la voz a placer, sin necesidad de ninguna complicación. Y ese silencio, del que con justicia hablaba la gran Concha Velasco, que llega a la escena como una espada de Damocles, casi sonoro.

En fin, no hablaré mas del Teatro-quienes me conocen saben por qué me preocupo tanto- hasta que no vuelva a su estilo  y creo  que no es tiempo para esas cerezas.

No hay comentarios: