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sábado, 18 de abril de 2020

PAISAJE DESPUÉS DE LA BATALLA

Sí, he recurrido al título de una novela de Juan Goytisolo- que también es denominación de muchos cuadros famosos- Es lo que nos espera: una perspectiva alucinante, desoladora y transversal, en lo económico, social, cultural... en lo humano. Nadie en España- al menos así lo creo - tiene la culpa de que llegue un virus que  se lleve por delante vidas, haciendas y llene de dolor y tristeza tantos hogares españoles. Nadie debe culpar a nadie de que ésto suceda en España y tampoco nadie debe aprovechar la situación para medrar y sacar rédito político; es el momento de unir voluntandes (buenas), esfuerzos y tirar hacia adelante, salir del barro, cada uno desde su posición, en mayor o menor medida, ocasión de ser uno y no diecisiete .

No obstante, algún país tendrá que responder,  porque este virus no es un castigo que venga del cielo; tampoco surgió por generación espontánea, ni de ningún animalillo que feliz correteaba por el bosque. No, algo pasó y tarde o temprano conoceremos la verdad. Exactamente igual que ahora nos descubren los secretos de la II Guerra Mundial en multitud de documentales ; la verdad es como la mierda: siempre sale a flote y perdonen el chorreo escatológico.

En España nos ha sorprendido con un gobierno incapaz (no para atajar esta pandemia, que para tal cosa ningún gobierno está preparado). Cito "incapaz" porque  ha demostrado su ineficiencia en casi todos los aspectos que ha tocado, sacando pecho exclusivamente para sus intereses políticos y ambiciones, con absoluta indiferencia  a lo que es España y a los españoles que esperan  que sus representantes sepan gobernar y éstos, no saben  (malo) o no quieren (peor) y en términos simples, no se merecen el sueldo que ganan, con el agravante de que este gobierno y los anteriores han ido formando una pirámide de cargos, asesores, tiralevitas, correveidiles, incondicionales y adeptos varios, como no se conoce en todo el espectro político de Europa; en su mayoria, cargos perfectamente prescindibles tanto por inutilidad de la pretendida función como por la de sus titulares. 

Un gobierno de coalición debe establecerse para el interés general del pais y no para ambiciones personales. Se ha pactado con todo  lo más negativo para el bien de España que, desde el primer momento, no han hecho nada más que asomar sus patas de cabra y lastrar una función de gobierno y el Jefe del Gabinete Ministerial no ha hecho sino transigir, igual que con la cuestión catalana que también tiene delito.

Si un candidato miente en campaña (y en todo momento) ¿qué se puede esperar?.

Y de repente, cual jinete del Apocalipsis, surge el virus; bueno no tan de repente estaban suficientemente avisados sobre la peligrosidad, contagio y magnitud, con tiempo suficiente para por lo menos, tratar de esquivar el golpe. No la reflexión y duda suicida de los dirigentes es que no pueden permitirse el lujo de cancelar una manifestación tan absurda e innecesaria como la del 8 M y todos los demás actos multitudinarios que tan nefastas consecuencias han provocado. 

Un  país donde el vicepresidente (metido con calzador, no por votos) se lleva de ministra a su pareja, resulta extraño en us sistema de la zona democrática ahora que ya no vivimos en los tiempos de Cornelio Nepote.

 Se defienden como gato panza arriba, echando balones fuera, "yo no he sido", tratan de amordazar la opiniones contrarias, abusando del poder que, en mala hora lograron. Y de todo éso , si hay responsabilidad y responsabilidad significa responder. Tienen un oportunidad y deberían aprovecharla en beneficio de todos: se habla de un consejo asesor para afrontar la pandemia y la debacle económica y social que nos aguarda.Dicho consejo estaría compuesto por todos los expresidentes españoles, más el actual, con el fin de enderezar la situación. Dos años sería el periodo y después, elecciones generales. Y quienes se quedaran sin escaño, a casa, quedando "bien pagaos" con su retiro, como en la zambra popular.